Pese a conocer las amenazas que enfrentaba la laguna, el Estado la dejó morir
Crédito: Gabriel Díez / Página Siete Plus Investiga.
TEXTO, VIDEOS Y ELEMENTOS MULTIMEDIA
GABRIEL DÍEZ LACUNZA
24 – 06 – 2022
DISEÑO
LOREN CARRI H.
EDICIÓN Y COORDINACIÓN GENERAL
CARLA HANNOVER
PROGRAMACIÓN
ENRIQUE CRUZ PUENTE
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24 – 06 – 2022
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ENRIQUE CRUZ PUENTE
En estas dos décadas Bolivia vulneró al menos tres acuerdos internacionales, según observa la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente.
Al no implementar políticas de conservación para evitar la sequía de la laguna Concepción, en tanto sitio Ramsar —o al implementar acciones poco eficaces en caso de que se haya hecho algo— el Estado boliviano vulneró no solamente esa Convención de humedales, sino también otros acuerdos relacionados al medio ambiente, observa la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
“Además de la Convención Ramsar, el Estado vulnera otros convenios internacionales, como el Convenio de Diversidad Biológica, el Acuerdo de París y convenios de derechos humanos”, responde la abogada senior del Programa de Ecosistemas de la AIDA, Claudia Velarde, a la consulta de Página Siete Plus Investiga. “Los impactos en la conservación y uso racional de la laguna Concepción reflejan políticas públicas y desarrollo de normativa perjudicial para los humedales. Hay muchas causas para su deterioro, pero principalmente, es que su conservación y uso racional no ha sido una prioridad en la planeación de los diferentes niveles de gobierno”, continúa.
El compromiso con Ramsar
Al entrar a la
un Estado se compromete a una serie de acciones de protección y conservación de los humedales. En siete de los 12 artículos que la componen se trazan líneas para ello.Por ejemplo, en el artículo 3 se establece:
El 27 de junio de 2022 respondieron a Página Siete, vía mail, desde la Secretaría de Ramsar sobre este tema en particular. “Al momento, la Secretaría no ha recibido ninguna información de la Autoridad Ramsar en Bolivia que es el Ministerio de Medio Ambiente y Agua o del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la laguna Concepción”, informó la asesora senior para las Américas de Ramsar, María Rivera.
Además, Bolivia, al ser miembro de la Convención Ramsar, está comprometida al cuidado de todos los humedales —explica la bióloga Lila Sainz, del equipo de Agua dulce y vida silvestre del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) Bolivia— no solo de aquellos que son declarados de importancia internacional como los sitios Ramsar. Lo que busca la Convención —añade— es que los servicios ecosistémicos y bienes que proveen los humedales se mantengan a lo largo de la vida.
En diciembre de 2020, la senadora Cecilia Requena, presidenta de la Comisión de Tierra y Territorio , Recursos Naturales y Medio Ambiente, hizo una Petición de Informe Escrito a distintas autoridades del Gobierno para saber qué se estaba haciendo como Estado en este caso y si se había informado a Ramsar sobre la situación de la laguna. Desde el ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) y del ministerio de Relaciones Exteriores hubo respuestas casi uniformes con un tenor similar: la Gobernación de Santa Cruz, como administradora del sitio laguna Concepción, debe evaluar los instrumentos de gestión e informar luego al Gobierno central para tomar determinaciones.
“Una vez desarrolladas las acciones que el Plan de Manejo contempla, el Estado realiza las comunicaciones [a Ramsar]”, respondió el 28 de enero de 2021 el canciller, Rogelio Mayta, mediante una carta. En esa nota también hizo referencia a que sí se hizo la Estrategia para la Gestión Integral de los Humedales y sitios Ramsar en Bolivia (2017) y la Política y Estrategia Plurinacional para la Gestión Integral y Sustentable de la Biodiversidad. Plan de Acción Sectorial 2019-2030 de 2018.
“Los gestores [Gobernación de Santa Cruz] del área protegida, sobrepuesta como sitio Ramsar, debieron informar al nivel nacional, al no tener esa información al nivel central del Estado corresponde la investigación de lo sucedido en Laguna Concepción (sic)”, se lee en parte de la respuesta a Requena desde la Unidad de Gestión y Conservación Ecorregional del Altiplano, Valles y Chaco del MMAyA el 25 de enero del año pasado.
Por su parte, la Gobernación cruceña respondió a Requena el 12 de febrero, también de 2021. En el informe se dice que “se avanzó en gran medida en la toma de decisiones y acciones para proteger y conservar la UCPN Laguna Concepción” y que los propietarios de tierras privadas cumplen con los procedimientos del Plan de Manejo y la Ley Departamental 098 en cuanto a la obtención de Certificados de compatibilidad para distintas actividades dentro de esta área. Se habló de la recomendación de elaborar e implementar un Programa de monitoreo de la calidad del agua, la propuesta de hacer un Estudio Hidrológico en el lugar y de instruir a representantes legales de predios agrícolas en el norte de este otrora cuerpo de agua la “implementación de mecanismos necesarios para reducir y/o eliminar el arrastre de fertilizantes hacia la laguna”.
En una entrevista personal, el 19 de mayo de 2022, el encargado del equipo de Gobernabilidad de la Dirección de Conservación del Patrimonio Natural de la Gobernación de Santa Cruz, Romer Miserendino, explicó a Página Siete que el año pasado desde el ministerio de Medio Ambiente les solicitaron un informe, el cual enviaron, sobre el estado de situación de la laguna Concepción.
Para la elaboración de este reportaje Página Siete envió una carta de solicitud de información al MMAyA. Se les preguntó, entre otros aspectos, si se elaboró el “estudio sobre la importancia de la laguna Concepción en la migración de aves acuáticas”, si se elaboró el “inventario nacional de humedales”, si se elaboró el “registro de actores relacionados con humedales” articulados con una red de colaboración, si se creó el “Sistema de Información de Humedales de Bolivia de acceso público” y cuántos “centros de interpretación ambiental en humedales priorizados” se diseñaron y establecieron. Todos estos puntos corresponden a acciones planteadas hace cinco años en la Estrategia para la Gestión Integral de los Humedales y sitios Ramsar en Bolivia de 2017 a la que hizo referencia Mayta.
Hasta el cierre de edición de este trabajo periodístico no hubo respuesta.
Acuerdo de París
El Acuerdo de París es un tratado internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuyo objetivo es que los países signatarios desarrollen acciones para “limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales”. Entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 y en 2020 cada parte contratante, incluyendo Bolivia, presentó su plan de Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés) para lograr los objetivos.
En su plan Bolivia plantea la meta de mantener y conservar “16 millones de hectáreas de superficie de humedales designadas como sitios Ramsar” hasta el año 2030. Toma como parámetro de partida al año 2020 con esos 16 millones como el 100% de la superficie. También menciona como meta el incremento de funciones ambientales a través de la conservación de bofedales y humedales en general.
La sequía de la laguna Concepción es el segundo caso conocido “crítico”. El primero fue el del Poopó en Oruro, otro de los sitios Ramsar en Bolivia, que también experimenta una severa sequía desde hace al menos ocho años hasta llegar a tierra árida y nada más. Tomando en cuenta sólo estos dos casos cabe preguntarse si más allá de los papeles los planteamientos del plan del NDC Bolivia son realistas y transparentes.
“Lastimosamente, en Bolivia, así como en varios otros países, muchos humedales de importancia internacional se encuentran en un estado crítico de conservación; el lago Titicaca, el lago Poopó, el Pantanal y la laguna Concepción son un claro ejemplo de esta realidad”, enfatiza Velarde. “Lo que pasa en la laguna Concepción pasa en muchas lagunas de Santa Cruz”, advierte, por su parte, el biólogo Oswaldo Maillard, responsable del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano.
Convenio sobre la Diversidad Biológica
Bolivia es parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica, de la ONU, desde el primero de enero de 1995. Este instrumento busca promover medidas que conduzcan a un “futuro sostenible” de ecosistemas, especies y recursos genéticos.
En el inciso f del artículo 8 del texto del Convenio sobre la Diversidad Biológica se establece que cada parte contratante: “Rehabilitará y restaurará ecosistemas degradados y promoverá la recuperación de especies amenazadas, entre otras cosas mediante la elaboración y la aplicación de planes u otras estrategias de ordenación”. En tanto que el inciso d del artículo 10 manda que: “Prestará ayuda a las poblaciones locales para preparar y aplicar medidas correctivas en las zonas degradadas donde la diversidad biológica se ha reducido”.
Sin ir más lejos, la Constitución Política del Estado en su artículo 374 numeral III establece:
Las aguas fósiles, glaciales, humedales, subterráneas, minerales, medicinales y otras son prioritarias para el Estado, que deberá garantizar su conservación, protección, preservación, restauración, uso sustentable y gestión integral; son inalienables, inembargables e imprescriptibles.
De todos esos compromisos asumidos, queda pendiente la respuesta de los gobernantes a una pregunta simple: ¿Qué hizo el Estado boliviano en el caso de la laguna Concepción?
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