¿Cómo desaparece un humedal?

Instituciones, empresarios y autoridades indiferentes condenaron la permanencia de la laguna

Crédito: Gabriel Díez / Página Siete Plus Investiga.

Vista aérea de la laguna Concepción. Mayo 2022.

TEXTO, VIDEOS Y ELEMENTOS MULTIMEDIA

GABRIEL DÍEZ LACUNZA

24 – 06 – 2022

DISEÑO

LOREN CARRI H.

EDICIÓN Y COORDINACIÓN GENERAL

CARLA HANNOVER

PROGRAMACIÓN

ENRIQUE CRUZ PUENTE

TEXTO, VIDEOS Y ELEMENTO MULTIMEDIA

GABRIEL DÍEZ LACUNZA

24 – 06 – 2022

DISEÑO:

LOREN CARRI H.


EDICIÓN Y COORDINACIÓN GENERAL:

CARLA HANNOVER


PROGRAMACIÓN:

ENRIQUE CRUZ PUENTE

Cuando bajamos de la moto, Renal Parapaino comienza a caminar. Yo voy tras él. Después de cinco minutos de esquivar con brazos y pies arbustos y totorales le pregunto cuándo llegaremos a la laguna y si donde pisamos tendría que, al menos, estar húmedo. Va delante mío y, pese a no ver su rostro, percibo una mueca de tristeza. “Esta es la laguna Concepción”, me dice inmediatamente. Ante el paisaje árido y desolado me pregunto: ¿Qué tiene que pasar para que desaparezca un humedal?

¿Indiferencia?

Instituciones estatales, propietarios de predios en los alrededores, la empresa privada y autoridades de distintos niveles pudieron actuar a tiempo. Pero no. Se siguió otro camino. Y hoy en día este humedal, ubicado en la provincia Chiquitos del departamento de Santa Cruz, experimenta una de las sequías más críticas en su historia, una sequía completa.

Guido (38), Renal (33) y Estevan (31) son los hermanos Parapaino López. Con ellos ingresé durante tres días diferentes a distintos sitios de la que se convirtió en una laguna, que  solo aparece en los mapas y que hoy es un bosquecillo seco. Ellos son oriundos de la comunidad El Cerro, ubicada detrás de la montaña que resguarda a este ahora desolado paraje y otrora sitio húmedo de descanso, hibernación, alimentación y reproducción de alrededor de 20 mil aves anualmente.

“Ya no es una laguna…”, comenta Guido, quien conoce el sitio, como sus hermanos, desde niño, y fue guardaparque de esta área durante nueve años desde 2010 hasta 2019. “Es una tristeza, es el sitio…” , cuenta Renal, el actual guardaparque, en el mirador El Picacho desde donde se ve, casi en el horizonte, el inicio de la que era la parte oeste del espejo de agua.

Los investigadores coinciden en que si bien no es la primera vez que se seca este cuerpo de agua, declarado sitio Ramsar el 6 de mayo de 2002, sí es una de las ocasiones más críticas y con ciclos más frecuentes. “Cuando uno ve hacia atrás, la temporalidad de la sequía no coincide con el fenómeno de la reducción”, comenta Oswaldo Maillard, biólogo y responsable del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC).

Esta es la historia de la laguna Concepción —un humedal que debió ser protegido y conservado, pues las advertencias sobre las amenazas fueron hechas hace más de 20 años— una pieza fundamental en el rompecabezas de la Chiquitanía y de la que hoy solo quedan fotos, videos y los recuerdos de los habitantes de comunidades cercanas.

Para tratar de entender qué pasó, vamos pieza por pieza…

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