Polar
Adoctrinamiento,
una estrategia vieja
que se profundiza
con el MAS
Polar
Adoctrinamiento,
una estrategia vieja
que se profundiza
con el MAS

AUTOR

SERGIO MENDOZA REYES

09 – 12 – 2022

ILUSTRACIONES

ABEL BELLIDO CÓRDOVA (ABECOR)

EDITORA WEB Y DE CONTENIDOS

CARLA HANNOVER

PROGRAMACIÓN

ENRIQUE CRUZ PUENTE

autor

SERGIO MENDOZA REYES

09 – 12 – 2022

ILUSTRACIONES:

ABEL BELLIDO CÓRDOVA (ABECOR)


EDITORA WEB Y DE CONTENIDOS:

CARLA HANNOVER


PROGRAMACIÓN:

ENRIQUE CRUZ PUENTE

El adoctrinamiento en las aulas bolivianas no es algo exclusivo del actual partido de Gobierno. Esto ya se vivió en décadas pasadas cuando los partidos neoliberales detentaban el poder. Sin embargo, según expertos que analizaron el problema, con el MAS el adoctrinamiento se profundizó y se lo hace sin el menor reparo.

La intención de manipular la historia a través de la educación no es exclusiva del MAS, explica la investigadora María Luisa Soux, quien analizó los programas educativos de distintos gobiernos. Esta forma de seleccionar los contenidos con un interés político partidista se repite según cambia el grupo que ostenta el poder público. Sin embargo, en el caso del MAS, la estrategia se profundizó porque se aplica con mayor intensidad y sin ningún reparo.

“El principal daño es que limitan el desarrollo del pensamiento crítico, el reconocer que siempre hay diferentes perspectivas sobre la misma historia. Si no se fomenta el debate abierto, se convierte en una educación castrante”, dijo la historiadora. Sin pensamiento crítico y sin una cultura del debate, los estudiantes están formándose como individuos que van a defender ideas y no así a viabilizar encuentros.

Para el docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSA, Víctor Hugo Quintanilla, el “adoctrinamiento político” del MAS usa la educación “como un campo de entrenamiento para futuros adeptos de la política del gobierno”. Con esto, se estaría incurriendo en una violación de derechos humanos, pues este modelo educativo no garantiza el libre pensamiento. Por el contrario, en palabras del experto, quienes orquestan esto no están interesados en la calidad educativa, sino en formar “sujetos sin actitud crítica y sometidos a consignas que se encuentran en los discursos políticos del partido de gobierno (…) Esto, por ejemplo, no sintoniza con varios de los artículos de los Derechos Humanos, particularmente con las disposiciones sobre la libertad de las personas, en tanto fundamento de todos los derechos”, escribió Quintanilla en un artículo titulado El adoctrinamiento educativo en Bolivia.

Con Soux y Quintanilla coincidió un maestro que trabajó por 12 años en escuelas públicas y privadas y que pidió guardar su nombre en reserva para evitar represalias. Entrevisté a este profesor en una oficina sindical de maestros en pleno centro paceño. Rodeados por carteles del sindicato matizados con el rostro del Che Guevara o la hoz y el martillo, un símbolo característico del comunismo, conversamos sobre el actual modelo educativo.

“Todos los gobiernos han usado a la educación para afirmar su posición ideológica, pero en los últimos años esto ha sido más fuerte. Hay una mayor intención de adoctrinamiento, más aún en la materia de Ciencias Sociales”, señaló el maestro.

Mi charla con este maestro no duró más de 20 minutos. Él fue uno de los pocos que atendió a mi solicitud para hablar sobre el adoctrinamiento que ocurre en los colegios a través de textos escolares, pero también a través de los mismos maestros -algunos, por supuesto-, quienes a su vez son ideologizados desde el Ministerio de Educación. Sentados en un rincón de una habitación por la que pasaba gente a cada rato y que le despertaba cierto recelo para seguir con la conversación, el profesor recalcó que con este modelo educativo se reduce la importancia que se le da a la ciencia y se refuerza el valor de la ideología política de izquierda. Con cierto pesimismo expresó: “Se le está dando una alta importancia a crear estudiantes sindicalistas, en vez de estudiantes que se preocupen por la ciencia”.

Niños de la Unidad Educativa Ernesto “Che” Guevara uniformados al estilo comunista en Chimoré, Cochabamba, marzo del 2017.

Foto: ABI.

Socialismo comunitario sí, capitalismo no

Después de pasar por la época de la fundación de Bolivia como república y repetir, una y otra vez, que el campesino fue sometido por la “oligarquía”, la historia que se narra en los textos escolares llega a mediados del siglo XX, la época de los “gobiernos neoliberales” que destruyeron la economía y la vida de la población boliviana con su lógica opuesta al “modelo económico social comunitario productivo”, idea que no solo es parte de los libros, sino que reiteradamente se escucha en los discursos del presidente Luis Arce.

En uno de los ejercicios que encontré, por ejemplo, en el texto del 2022, en la página 276, se lee: “El neoliberalismo en Bolivia fue una lógica en la que el individuo se sobrepone a la comunidad. En equipos de trabajo analicemos y dialoguemos acerca de la importancia de revalorizar la diversidad cultural para la consolidación del Estado Plurinacional de Bolivia”.

De acuerdo a estos textos, el neoliberalismo, de la mano con el capitalismo, es una “amenaza contra la vida”, pues “las transnacionales y los intereses capitalistas ponen en peligro la salud de las tierras, alimentos, agua y bosques con acciones que causan enfermedades, plagas y muerte de los seres vivos” -página 303 del mismo texto-. Pero no todo está perdido (según el contenido de estos textos), pues hay un camino alternativo aplicado por el actual Gobierno: “El vivir bien con la naturaleza, es en esencia el único modelo universal de vida posible”.

Eso en cuanto a discurso, porque en los hechos el Gobierno continúa con una política extractiva que destruye la naturaleza. Desde hace años fomenta la minería y la explotación hidrocarburífera en áreas protegidas y territorios indígenas, y para ello aprueba normativa que contradice este discurso. Ni hablar de los desastres naturales ocasionados por los chaqueos, porque desde el Gobierno se relajaron los permisos para este tipo de quemas. Lejos de contar estas realidades, los textos responsabilizan “al modelo neoliberal” de la destrucción del medioambiente. No hay autocrítica, por el contrario solo halagos como se lee en la página 278, en la que se enumeran los logros en 13 años de gobierno de Evo Morales.

Página 278 del texto de sexto de secundaria del 2022.

En los textos escolares del Gobierno también se inculca a los estudiantes una aversión a las empresas privadas ligadas a capitales extranjeros. “De esta manera, si el Estado boliviano quiere potenciarse, la empresa privada ligada al imperialismo, tiene que desaparecer o ser fuertemente controlada. Tienen que desaparecer también esas empresas asociadas a las grandes transnacionales, porque son las organizaciones que permiten el saqueo de nuestros recursos naturales a cambio de beneficios mezquinos de grupo”, se lee en la página 293.

¿Rural Vs Urbano?

La efectividad del adoctrinamiento aplicado por el Gobierno podría ser mucho más alta en el área rural del país. Los entrevistados coincidieron en que en estas zonas no sólo se utilizan con mayor frecuencia y alcance los textos escolares, sino que los mismos profesores contribuyen a eliminar el pensamiento crítico y a que el discurso oficialista del MAS se instale en la mente de los alumnos.

“Los estudiantes siempre pueden ser persuadidos, pero hace mucho el círculo social y la influencia del docente”, dijo el profesor que pidió mantener su nombre en reserva. Para él estas condiciones se magnifican en el área rural, donde hay menor acceso a información plural que diste o contradiga la oficial impuesta por el Ejecutivo.

En el futuro, estas diferencias en la educación en el área urbana y rural pueden generar una profunda división de pensamientos entre ambas poblaciones, sostuvo el maestro. Para una generación educada con ideas completamente opuestas a las de sus pares, el entender “al otro” puede ser una tarea imposible, añadió.

El adiestramiento de jóvenes realizado por el MAS se ha enfatizado producto de su larga estadía en el poder, pero también por ese afán de seguir gobernando a toda costa. “Como el adoctrinamiento se caracteriza por no tener calidad, el contexto rural es donde más efectos tiene, a diferencia de las ciudades, donde el adoctrinamiento tiene mayor resistencia”, advierte Víctor Hugo Quintanilla.

Logo de la organización de maestros rurales de Bolivia

Logo de maestros urbanos de Bolivia.

Esto, lamentablemente, profundiza no sólo divisiones políticas, sino también la desigualdad en el acceso a una mejor calidad educativa y oportunidades académicas y laborales en un futuro, agregó el experto.

“Es cierto que es más fácil adoctrinar en el área rural”, corroboró la investigadora María Luisa Soux. “Ahí todos marchan en la misma dirección de pensamiento; en el colegio y en los medios de comunicación que muchas veces son del Gobierno; y en la organización sindical”. No obstante, el resultado final del adoctrinamiento, y los desencuentros que puede generar entre personas de distintos orígenes es aún una tarea pendiente para ser analizada, añadió.

Para el ejecutivo de la Confederación Nacional de Maestros Rurales de Bolivia, Andrés Huayta, “sería algo grave” que se profundice la división entre lo rural y lo urbano.

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