AUTORA: IVONE JUÁREZ ZEBALLOS
27 – 05 – 2022
VIDEO, FOTOGRAFÍA Y EDICIÓN DE IMAGEN
MAYRA PEÑALOZA JUÁREZ
COORDINACIÓN Y EDICIÓN WEB
CARLA HANNOVER
DISEÑO Y PROGRAMACIÓN
ENRIQUE CRUZ PUENTE
AUTORA: IVONE JUÁREZ ZEBALLOS
27 – 05 – 2022
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Bolivia, el país con más menonitas “radicales” olvidados por el Estado
Crédito: Alle Rechte en 2019
En la educación incumplieron con la obligación de incluir contenidos y maestros bolivianos y no votan. Apenas llegaron, el Estado abandonó el proceso de su asentamiento y creación de nuevas colonias.
En Bolivia no existen datos oficiales respecto al número de menonitas que habitan en el territorio. Sin embargo, se considera que es uno de los países donde se concentra la mayor cantidad de los denominados “estrictos”, que buscan proteger sus principios religiosos que se basan fundamentalmente en mantenerse alejados del resto del mundo.
El Estado boliviano se los permite porque se olvidó de los menonitas desde 1955, cuando comenzaron a migrar sus primeros grupos, provenientes de Canadá y Rusia.
“Bolivia es el último país de los menonitas más estrictos. En el mundo hay muy pocos y la gran mayoría está aquí”, señala William Kehler, menonita que nació en Canadá pero vivió en Bolivia desde sus 11 años.
Gonzalo Colque, investigador de la Fundación Tierra, uno de los escasos conocedores del mundo menonita en Bolivia confirma el dato, pero él llama a los “estrictos” “radicales”.
“Bolivia es considerado el país con mayor número de menonitas radicales porque, a diferencias de otros país, ofrece las condiciones para que ejerzan libremente su sistema religioso sin tener nuevos acuerdos ni control estatal”, dice.
Crédito: Alle Rechte en 2019
Los primeros grupos de los menonitas que llegaron al país lo hicieron en el marco de los decretos 4196, de 1955, y 6030, de 1962, que disponen la garantía del Estado a “sus usos y costumbres peculiares”. Lo que los “estrictos” toman a su favor para seguirse rigiendo bajo sus dogmas y reglas, de espaldas al Estado boliviano, sus normas y derechos que garantiza a sus ciudadanos, como es el caso de los menonitas que ya nacieron en Bolivia.
“Mantuvieron sus usos y costumbres porque en Bolivia en hay mucha libertad, algo bueno, pero que algunos utilizan mal”, sostiene William Kehler.
Sin derechos
Hace más de 30 años Willam Kehler huyó con su esposa y tres hijos de una de las colonias llamadas “estricta”, específicamente de Nueva Esperanza, que se encuentra en el departamento de Santa Cruz, donde se concentra más del 90% de la población menonita.
Ya no estaba de acuerdo con los dogmas y prohibiciones de la colonia que – asegura – “roban” derechos, como el de la educación y a votar.
“Uno de los derechos fundamentales es estudiar y en la colonia estricta se roba este derecho. Tampoco permiten participar en las elecciones, otro derecho”, sostiene Kehler.
Crédito: Alle Rechte en 2019
Añade que otro factor que atenta contra los derechos de los menonitas que viven dentro las colonias “estrictas” es la sistemática mentalización del miedo por parte de los líderes religiosos y jefes. “Dicen que todo es pecado y que si sale de la colonia se perderá la salvación y se estará condenado al infierno. Se vive con miedo”, afirma.
Después de huir de la colonia Nueva Esperanza, Kehler regresó a Bolivia hace 12 años, después de permanecer 20 en Canadá, donde vivió como un “menonita normal” y se le permitió convertirse en pastor evangélico. “En el mundo, soy un menonita normal. En Canadá no nos diferenciamos, vestimos como el resto, hablamos inglés y estamos perdiendo el alemán bajo”, dice.
En Bolivia encontró que el mundo menonita “estricto” seguía intacto: Hablando alemán bajo y vistiendo a todos igual: varones con overol negro y camisa blanca de mangas largas; mujeres con vestidos oscuros y el pelo cubierto.
Y, lo más preocupante para Kehler, mantienendo dogmas que “generan hombres y mujeres con miedo y sin conocimiento”. ¿Por qué? Porque la escuela de los menonitas “estrictos” continúa enseñando sólo a sumar, restar, multiplicar y dividir, y a memorizar un libro de catesismo escrito en alemán alto, cuando todos los menonitas hablan el alemán bajo.
Pero Kehler también encontró que en Bolivia hombres y mujeres que, como él y su esposa, salen de las colonias “estrictas” y forman comunidades donde se declaran libres bajo dos principios: la libre elección de la religión y el derecho a la educación. Señala que hay al menos 8.000 menonitas que viven en 17 comunidades “libres”, pero que son perseguidos por los líderes de las colonias “radicales”.
Crédito: Alle Rechte en 2019
Olvidados por el Estado
Los decretos que dieron marco a la llegada de las primeras migraciones menonitas sin bien garantizan “sus usos y costumbres peculiares”, establecen que en la educación, por ejemplo, se adecúen a la norma boliviana. Algo que no se dio porque las colonias “estrictas” lo impiden.
Pero este no es el único olvido del Estado. Gonzalo Colque indica que algo similar pasó con el asentamiento y la creación de nuevas colonias menonita.
“Una vez que se permitió su ingreso el Estado dejó abandonado el proceso de asentamiento y creación de nuevas colonias”, remarca.
“Inicialmente se beneficiaron con la entrega de tierras fiscales, pero a partir de entonces se asientan en tierras que compraron a supuestos dueños con papeles no perfeccionados jurídicamente y a indígenas, pese a que la ley no lo permite”, dice y comenta que estos “olvidos” también se dan en complicidad con algunos representantes de las entidades públicas.
Sin embargo, Colque remarca que una parte de la población menonita nació en Bolivia. “Son bolivianos, quieren su tierras y ser agricultores. Hay colonias que fueron reconocidas como comunidades campesinas y así tienen el derecho a la dotación de tierras fiscales, pero la ley dice que la dotación es sólo para comunidades campesinas y pueblos originarios, no para colonias menonitas”, continúa.
Escuche la entrevista a Gonzalo Colque, investigador de la Fundación Tierra
150 mil menonitas
En Bolivia, los estudios sobre las colonias menonitas son escasos. La Fundación Tierra elaboró uno titulado Las colonias menonitas en Bolivia, antecedentes, asentamientos y propuestas para un diálogo. Un libro publicado en 2015 que establece que hasta entonces existían 57 mil menonitas organizados en 52 colonias.
Kehler indica que hoy se tiene alrededor de 150 mil menonitas en al menos 120 colonias, muchas “estrictas”. De acuerdo a un estudio realizado por Alle Rechte en 2019 hasta entonces las colonias llegaban a 106.
“No hay una política agraria ni de desarrollo rural que diga cuántos menonitas hay, dónde están y qué tipo de propiedad de la tierra deben tener”, insiste Gonzalo Colque.
SU LLEGADA A BOLIVIA
Procedencia: Los menonitas comenzaron a llegar a Bolivia desde Canadá y Rusia al menos por tres rutas. Unos llegaron directamente, otros por México y Belice.
Ubicación: Se asentaron en Charagua, luego en San José, San Miguel y San José de Velasco en Santa Cruz. También están en La Paz, Beni y Tarija.
Número: Se estima que en Bolivia existen al menos 120 colonias con alrededor de 150 mil menonitas, la mayoría en Santa Cruz.
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